En diciembre empezó mi tratamiento después de haber sufrido un brote psicótico. En este momento me sentía extraña por los efectos del tratamiento TEC que me tuvieron que aplicar, así que en mi caso los peores síntomas aparecieron sobre el mes de febrero, o eso creo, porque de enero no tengo recuerdos.
Lo que si que recuerdo es la depresión en la que me sumergí y que me
hizo vivir con terror ante el miedo de que se me repitiera el brote, o a
quedarme así para siempre y no superarlo. Mi mente no paraba de ponerse
en lo peor. Tenía miedo hasta de que me diera
un brote durmiendo. Hacía las cosas por hacer y aunque pensaba que no
servía para nada seguir yo continuaba haciendo estas pequeñas cosas que a
mi me costaban un mundo. El sufrimiento era constante.
El tiempo fue pasando, y ahora, 6 meses después he mejorado lo que era
impensable para mi. La psiquiatra del centro PEP encontró la medicación y
dosis que me iba mejor y gracias a eso pude ponerme en marcha para
hacer más cosas. La enfermera me ayudó a mejorar
mi forma física al aconsejarme en el tema de la alimentación y deporte y
en consecuencia he perdido 10 kg; y por último la psicóloga logro
hacerme ver que se pueden dar pequeños pasos y que lo que hoy no puedes
hacer, mañana lo más probable es que se te haga
más fácil.
Quisiera darle un mensaje de esperanza a cualquier persona que esté
pasando por una situación igual o similar y sienta que nunca va a salir
adelante. Yo le diría a esa persona que se mejora, que cuesta, pero con
tratamiento se mejora. Que hay que poner lo que
esté en su mano para ir dando pequeños pasos hasta que un día se de
cuenta de que lleva 5 minutos bien, o 3 o 1 y que eso le de esperanza
porque ese tiempo de estar bien ira aumentando poco a poco. Al menos,
eso me pasó a mi, que era super escéptica.
Ejemplos de mejora en estos 6 meses tengo muchos. Para empezar que el
día 1 no podía ni tragar cuando trataba de comer y ahora tengo una
relación sana con la comida.
El chocolate que a mi me encantaba de siempre, pues al principio ni
ganas de comerlo me daba, no me apetecía ninguna comida, ahora eso ha
cambiado y tengo apetencias.
También pensaba que ya nunca me iría de viaje a ningún sitio, y a los 4
meses pude hacer una escapada de un día. O a salir a la calle sola y
también pude hacerlo.
En definitiva, estoy mejor, y eso que solo han pasado 6 meses. Tengo más momentos buenos que malos y poco a poco voy teniendo una rutina
normal. Aún me queda un año y medio de tratamiento y por
supuesto, sigo pensando como al principio que no podré mejorar más, sin
embargo, espero escribir mi experiencia del primer año y que para
entonces haya dado más pasos en este camino duro que es
recuperarse.
0 Comentarios